lunes, 22 de noviembre de 2010
FESTIVAL IBEROAMERICANO DE TEATRO
SITIO TURISTICO- MONSERRATE
MANUEL H.....NUESTRA HISTORIA EN SU LENTE.
En pleno centro de Bogotá mas exactamente en la cra 7 No. 22-09 aún se encuentra un pequeño museo fotográfico que este gran hombre Manuel H como es común mente conocido, ha dejado como legado a Colombia y a su familia hijos y nietos, quienes mantienen vivo el espíritu del fotógrafo y reportero grafico que por casi 60 años a documentado la historia de nuestro país.
Sus galería fotográfica relata un sin número de historias y personajes de Colombia y Bogotá en la cual se incluye un documental completo sobre el 9 abril de 1948, el llamado bogotazo, en el cual se incluyen registros fotográficos en acción como la foto del líder Gaitán amortajado en la clínica central, los tiroteos, saqueos, identificación en el cementerio del cadáver de Juan Roa Sierra, (hombre que asesino al líder caudillo) publicada en el espectador, en su registro se encuentra al visita oficial al país de personajes de importancia internacional como los papas, pablo VI, Juan Pablo II, los reyes de España, el presidente Kennedy, diferentes músicos colombianos y un enorme registro fotográfico de la fiesta brava, en la plaza de toros
Fue reportero grafico de la revista Estampa, colaborador grafico de noticias en el periódico El Tiempo y el espectador, ocupo varios cargos directivos en el circulo colombiano de reporteros gráficos, hizo parte del cooperativa de fotógrafos, organizo el boletín y eventos de corridas y exposiciones todo gracias a su gran dedicación a captar los eventos mas significativos que ocurrían en la ciudad; no solo fue un personaje si no una gran persona de total admiración y respeto, que dejo un registro histórico maravilloso en las cuales también se incluyen antiguo material de reportaría grafica y el mayor archivo y contactos técnicamente clasificados y conservados 500 mil en blanco y negro, 130 mil en color repartido 10.000 transparencias en 35 mms.
Por: DIANA REYES
Imagen tomada de:
http://www.semana.com/noticias-gente/adios-manuel-ojo-incansable/128882.aspx
La mochila, denominada Susu (es decir, lo que camina con uno) es una parte fundamental del vestido Wayúu. Se teje de la fibra del maguey y el algodón, en crochet o ganchillo.
Las mochilas son la máxima expresión del tejido Wayúu. Son fácilmente reconocibles por sus colores y diseños.
Por:LAURA MARGARUTA LOPEZ
CHINCHORRO Y HAMACA
El chinchorro y la hamaca, camas colgantes donde el Wayúu descansa, duerme, conversa, atiende visitas, trabaja en los tejidos, procrea y trae hijos al mundo, constituyen el eje de la vida social y personal de los Wayúu. Son dos tejidos fundamentales de su cultura y, aunque tienen la misma función, textilmente son diferentes.
La diferencia entre el chinchorro y la hamaca consiste en que los chinchorros son elásticos y se elaboran con tejidos sueltos y las hamacas son hechas con tejidos compactos y son pesadas.LAURA MARGARUTA LOPEZ
KANAS TEJIDO WAYÚU
El kanas es la máxima expresión del tejido Wayúu, es un arte muy antiguo, probablemente originado en la alta guajira, consiste en un tejido de hermosísimas y estilizadas figuras geométricas, que representan elementos del medio natural que rodea la vida cotidiana del Wayúu. Entre más complejas sean las figuras, mayor valor adquiere la pieza y mayor es el prestigio que se alcanza, se teje en telar de horqueta.
Los tejidos de los Wayúu fascinan por sus colores, diseños y la complejidad de técnicas usadas en su elaboración, los motivos típicos de esta cultura son las representaciones de figuras geométricas que simbolizan elementos de la naturaleza (animales, plantas, estrellas, rastros, etc.) que rodean la vida cotidiana del Wayúu o las formas abstractas en la presentación de las cuales se utilizan combinaciones de colores muy fuertes y muy características para esta cultura. Entre más complejas sean las figuras, mayor valor adquiere la pieza.
Por: LAURA MARGARUTA LOPEZ
TALENTO INIGUALABLE DE NUESTRA TIERRA “TEJIDO WAYÚU
El tejido es una labor artesanal que asocia a las comunidades agrícolas. Hombres pegados a la tierra sometidos a las inclemencias del tiempo y el clima, un mundo en el que la ciencia, religión y magia se mezclan y confunden, donde el oficio aprendido no es un castigo sino un don divino. El tejer en la vida de la comunidad indígena Wayúu, es mucho más que una actividad cultural y herencia de sus ancestros. Tejer significa para los Wayúu mostrar a través de su creatividad, inteligencia y sabiduría la vida así como la sienten.
Los Wayúu son gente de arena, sol y viento, llevan adentro la moral del desierto, han resistido durante siglos en la península de
Habitan en el estado Zulia, Mérida y Trujillo y su territorio originario es denominado
POr: LAURA MARGARUTA LOPEZ
TRAMPAS DE LA POBREZA
A pesar de que la economía siempre está creciendo y generando riqueza, una buena parte de la población es excluida de estos beneficios. La persistencia de la pobreza y el nivel de indigencia implican que debe existir una Red de Protección Social (RPS) permanente, que ayude a aliviar las dificultades que enfrentan diariamente los más pobres, y contrarreste los efectos de largo plazo que ocasiona la situación del presente. No solo por su nivel de pobreza sino también por su vulnerabilidad, estos hogares carecen de muchos bienes y servicios, pero también de cualquier protección. En este sentido, las intervenciones sobre las familias más pobres deben hacerse utilizando toda la batería de políticas sociales e instrumentos de lucha contra la pobreza que tiene el Estado. Solo de esta forma se podrá reducir los niveles de Indigencia, y mejorar la calidad de vida y la productividad de estos hogares.
La pobreza es sinónimo de hambre. Más del 8% de la población sufre diariamente de hambre; como consecuencia, más del 12% de los niños menores de cinco años presenta desnutrición crónica, y en departamentos como
La pobreza y la desnutrición son los factores mas predominantes en el Municipio de Gama, debido al índice de violencia intrafamiliar que se vive, las madres solteras muy jóvenes que no asumen el rol de madres por su edad, las fuentes de trabajo en este municipio son mínimas y además se suma la falta de responsabilidad por parte de los padres, que engendran por engendrar.
Las familias quedan atrapadas en la pobreza, generación tras generación, cuando existe un círculo vicioso que contrarresta los esfuerzos de los pobres, y a su vez alimenta las condiciones que crearon esta situación.
DEL MOTOTAXISMO AL BANDALISMO EN SUCRE…
El Mototaxismo es un fenómeno que tuvo su origen a inicios del año 2000, en cual en un principio no fue factor de atención por la minoría de personas que se dedicaban al ejercicio de esta actividad informal, sin embargo una década más tarde, el departamento de Sucre no es ajeno a esta nueva fuente generadora de empleo, la cual se ha venido desarrollando a nivel nacional, en una forma de cadena eslabonada en diferentes estratos sociales, que invaden el área urbana, barrios y sectores rurales, convirtiéndose en fuente de ingresos que suple carencias vitales y a la vez en un escenario propicio de la delincuencia y de la inseguridad social.
El departamento afronta una problemática social representada en el transporte informal del mototaxismo, que desde sus inicios marco la decadencia económica de la región, pues el campesino deja de cultivar la tierra para conducir una motocicleta que le genera ingresos en menor tiempo; razón por la que un gran porcentaje de los ciudadanos de los estratos medio y bajo; no se esfuerzan por profesionalizarse en algún campo del saber
humano, ni por emprender una carrera técnica, pues la visión que enmarca sus pensamientos se fundamenta en cumplir la mayoría de edad comprarse o conseguir una moto que les permita ver ingresos diarios que fortalezcan su pecunío, dejando de lado lo más trascendental que deben ejercer los jóvenes que serán los responsables del futuros y desarrollo sucreño en todos los ámbitos del saber humano.
Este fenómeno del mototaxismo ha contribuido ampliamente en la ejecución y materialización del accionar delincuencial en la creciente dinámica de los delitos como el hurto a personas en sus diversas modalidades y el homicidio a nivel departamental, toda vez que los delincuentes toman la fachada de mototaxistas, lo que les permite seleccionar libremente a sus víctimas.
POR :
KATHERINE PEREZ JIMENEZ
LA HISTORIA DEL PADRE ROSERO.
Lo que hoy conocemos como el barrio Palmira, eran unos lotes baldíos que con el correr de los años fueron habitando muchas familias provenientes de San Vicente, Betulia, Zapatoca, algunos antioqueños y otros de la costa Atlántica.
Un personaje que fue parte de la vida del barrio Palmira durante más de 40 años, fue el conocido sacerdote jesuita, Ignacio León Rosero Rivera, conocido popularmente como "El Padre Rosero", pues en su templo bautizó, casó y despidió a varias generaciones de habitantes de este céntrico sector de nuestra ciudad.
Padre Rosero", nació en la fría población de Túquerres (departamento de Nariño) el 8 de mayo de 1922, estudió para cura en el Seminario de Santa Rosa de Viterbo (Boyacá) y a la edad de 32 años, es decir en 1954, se ordenó como cura en la capital del país.
Una vez de sacerdote fue asignado al Seminario San Pedro Claver de Barrancabermeja en calidad de prefecto.
Dicen que son muchos los actuales sacerdotes, ex alumnos del Seminario, que añoran al Padre Rosero con cariño y gratitud.
A los dos años de estar radicado en nuestra ciudad, el señor obispo de la época, Monseñor Bernardo Arango Henao, destinó al Padre Rosero a iniciar una parroquia en el barrio Palmira.
Entonces el cura empezó a presidir la "Junta pro templo".
Le tocó al Padre Rosero el turno de hablar y de ofrecer algo para el templo, pero no se le ocurría qué. Por fortuna una señora lo sacó del apuro soplándole al oído le dijo: "Una rifa". El cura se puso de pie y dijo: "Podríamos organizar una rifa... " y la misma señora le volvió a soplar: "Un cabro" "Podríamos rifar un cabro" dijo el Padre y se sentó.
"Yo manejo una imprenta", anunció un vocal, "imprimiré las boletas para esa rifa". "Nosotras venderemos las boletas", ofrecieron las catequistas.
Se terminó la reunión; rezaron, se despidieron y se dispersaron.
Salió el Padre Rosero de
"Vea, señora, necesitamos un cabrito para rifarlo a favor del templo". "Aquí le tengo el cabro, respondió la mujer, se lo ofrecí a las ánimas", aseguró.
Condujo al Padre al patio de la casa y allí estaba el cabrito. "Cuando quiera mande por él", le dijo la emocionada vecina.
Al domingo siguiente iba el cabrito en carroza por las calles de Barrancabermeja, adornado con una cinta roja al cuello.
El cabro balaba cada cinco minutos, con lo cual se hacia propaganda.
Dos acólitos lo acompañaban y cuatro muchachas catequistas iban vendiendo boletas. Pero el cabrito se cansó de balar y se calló.
"Ahora imiten ustedes al cabro" les dijo el Padre a los acólitos. Y ellos empezaron a balar y lo hacían mejor que el cabro.
Todo el mundo reía a carcajadas, pero al final el Padre Rosero se salió con las suyas.
Al atardecer se realizó el sorteo y se contó la plata: $ 200, doscientos pesos.
Con esa plata se pagó la primera piedra labrada para la construcción de la iglesia de Palmira.
Se inició la edificación y antes de un año el templo estaba terminado y se posesionó el primer párroco de Palmira: el Reverendo Padre Ignacio León Rosero Rivera, siempre de sotana blanca.
Por cuenta del Padre Rosero, se logró que Ecopetrol, en el Distrito de Producción de El Centro, le donara al templo una torre de exploración petrolera que luego se instalaría al costado izquierdo de la iglesia, siendo hoy un símbolo emblemático de este barrio, pues que se sepa, es en la única parte del mundo en donde una torre petrolera sirve de campanario.
Al Padre Rosero se le recuerda porque por allá en los años 70, apoyó los movimientos cívicos que presionaban un eficiente servicio de agua potable para la ciudad de Barrancabermeja.
Cuando los manifestantes organizaban los paros cívicos que terminaban con la instalación de grandes barricadas a la salida de Barrancabermeja, llegaban al sector del As de Copas, en el cumplimiento de su deber, representantes de
De inmediato los manifestantes corrían y más atrás hacían lo mismo los integrantes de la fuerza pública, sin embargo, las puertas de la iglesia "siempre estaban abiertas" para quienes dirigían la protesta y muchos manifestantes se escondían al interior del templo, que las autoridades nunca profanaron.
Así las cosas, entre misas en la mañana y en la tarde, confesiones, bautismos, confirmaciones, matrimonios, entierros y administración de enfermos, atender al despacho parroquial durante cuarenta años, pero sobre todo en resolver problemas de familia e intervenir en los conflictos sociales. Transcurrió la vida de este querido personaje de Barrancabermeja.
A sus 78 años de edad el Padre Rosero fue trasladado a la ciudad de Bucaramanga y se armó tremendo problema entre la feligresía del barrio Palmira, que se oponía a su traslado y los altos jerarcas de la iglesia que ya habían tomado una decisión irrevocable.
Sin embargo, pese a todo, el Padre Rosero se fue a vivir a Bucaramanga durante sus últimos 6 años; allá su actividad fue doble: vicario parroquial en el templo y asesor espiritual en "San Pedrito".
El Padre Rosero murió en Bucaramanga el 22 febrero de 2006.
A su funeral asistieron 2 obispos, 57 sacerdotes, innumerables religiosas y una inmensa multitud de fieles la gran mayoría procedentes de Barrancabermeja, la ciudad que lo acogió durante 43 años de su vida sacerdotal.
Por:Jorge Enrique Yepez Atencio
CÓD:5’585.977
Imagen tomada de:viernes, 19 de noviembre de 2010
LA COMUNIDAD SE VA DESCOMPONIENDO
Es que la comunidad del Barrio El Rosario, cada vez se va descomponiendo. Se va agotando, se va debilitando. Ya no hay esos lazos de cohesión que pudo haber existido hace 30 o 40 años, donde había movimientos juveniles y actividades deportivas y culturales. Nunca se compensó el trabajo hecho por la misma comunidad. El trabajo físico. La gente misma hizo su pavimentación, su alcantarillado. Y se presenta una cosa absurda que se encuentra en los recibos del acueducto: le cobran el alcantarillado, cuando la gente misma se metió la mano al bolsillo y aportó su trabajo.
Se exigieron los cambios en el alumbrado público, eso también ha sido proceso de renovación.
Pasa el puente de la calle 63 y por su puesto se requiere la oreja vial para conectar con
A través de la acción comunal se han hecho unas cosas aceptables y otras muy mediocres. Pero ha sido el único ente representativo del barrio. Desafortunadamente en esas entidades comunitarias se apoltronan unas personas, durante muchos años, se vuelven vitalicios.
Por un lado no hay gente que quiera participar en esos procesos comunitarios, ya no le encuentran sentido. El barrio es un sitio de paso, de todo el mundo, tanto de los antiguos moradores como los nuevos moradores. Cada vez hay menos interés. No hay una intención de construir comunidad, de mantener comunidad.
Ese objetivo se pierde por la sencilla razón, que el proceso de modernización de
Muchos de los antiguos moradores venden y venden a cualquier precio, o simplemente se van y arriendan, el barrio queda en manos de personas que están de paso, que no les interesa.
Se encuentran fácilmente casas abandonadas de unos 5 o 10 o más años, de gente que las dejó.
A los que le interesa es por que tiene unos interese más que comunitarios o comunales, intereses económicos que quieren hacer una inversión allí, comprarse algunas casas o casalotes, con el propósito de construir.
Ahora se vive un proceso de deterioro, de comunidad, de humanidad, de lo urbano.
Hay gente nueva, gente que llega desplazada por la violencia de
Esa es la dinámica que ha tenido el barrio, El Rosario o
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LA COMUNIDAD SE VA TRASFORMANDO
Los creadores de los años 20 y 30, se podría decir que si viven uno o dos no viven tres. Esa generación ha desaparecido.
Quedan algunos hijos o nietos o bisnietos de esa generación de los primeros pobladores del barrio. Algunos siguen en la comunidad y otros se han ido.
En ese proceso de modernización y de creación de comunidad, a partir de lo que inicialmente fue una comunidad casi rural, los vecinos participaron de la construcción de la infraestructura de servicios públicos. Porque las calles tuvo que construirlas la propia gente.
El agua no la tenían del acueducto en sus primeras épocas. La traían de una pila. Con esa agua se surtía el consumo de las familias. La pila estaba precisamente donde hoy esta
Encontraba uno fácilmente cerca de las casas, potreros, lotes con animales, caballos, vacas, ovejas, todo lo que uno encuentra en las fincas, eran pequeños predios, parcelas, que se estaban urbanizando.
Después del 60 eso desaparece, ya no hay nada que se parezca a lo rural, el cemento sustituye todo.
En los años 70-80 después que se ha logrado dar un salto en modernización del sector, que han aparecido otros barrios modernos al los lados, como el Nicolás de Federmán, el Nuevo Campín, Pablo VI,
Además, actualmente se encuentra muy cerca del barrio por
Ese sector donde se encuentra el barrio El Rosario, empieza a ser muy atractivo. Siendo un sector viejo por su urbanización, de 50-70-80 años, un estrato de población que está entre el 2 y 3, pero muy bien ubicado geográficamente en Bogotá, los urbanizadores le echan el ojo, y aparece un plan de renovación urbana.
Llegan y dicen que obligatoriamente tienen que construir torres por que necesitan densificar la ciudad. No se puede seguir extendiendo la ciudad hacia los lados, hay que construir hacia arriba.
El área del barrio El Rosario es de cerca de
Desde luego que no va ser la misma población que esta hoy. La idea de los urbanizadores era pasar de un estrato 2 o
Ese embate lo hicieron por primera vez hace unos 15-20 años, no fructifico, hubo un acuerdo en el concejo, se dio la pelea la gente estuvo atenta, por que afortunadamente esa comunidad estuvo muy unida, se conocía de mucho tiempo.
Pero como la comunidad se va destruyendo, se va perdiendo, porque mucha gente se ha ido, y las viviendas se cambiaron por bodegas, y el comercio lo va invadiendo, entonces se va perdiendo fuerza.
La comunidad deja de ser fuerte como lo fue en esa época.
Imagen tomada de:
http://www.skyscrapercity.com/showthread.php?t=492629&page=17
TRADICIONES
En las navidades cuando se permitía el uso de la pólvora el barrio se prendía totalmente. Después, con el control de la pólvora, se hacen otras cosas.
El consumo de licor, o de otros vicios, por que como varios barrios de Bogotá, ha estado atravesado por el consumo, la venta, la distribución, de cuanta cosa.
En la época de navidad la gente celebra de una manera un poco abierta, al estilo pueblo, fácilmente resultan haciendo la rumba en la calle, o cuando algunos vecinos tienen buenas relaciones hacen su intercambio de comidas y van a las casas de los otros.
Se compartía mucho, aún se conserva algo de eso. La gente ya está preparando la navidad, ya empezaron a pintar las calles, no demoran en poner los pasacalles y las luces. Hacen el pesebre y se reúnen a rezar la novena comunal, les dan regalo a los niños y se reparte natilla y buñuelos, toda esa tradición se mantiene.
En el año nuevo, cuenta nuestro guía: “Recuerdo que empezaba el recorrido en la noche y cuando terminaba ya era al otro día, al medio día de año nuevo uno no sabia para donde iba.”
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http://lasviandasdelrey.blogspot.com/2008/11/otras-delicias-navideas.html
TIEMPO ATRÁS
Se organizaban campeonatos de fútbol micro fútbol, banquitas: masculino y femenino. Cuando jugaban las muchachas era un espectáculo verlas jugar. Además se jugaba en la calle.
Esas actividades deportivas sirvieron para después hacer actividades de tipo cultural. Se organizaban grupos de teatro, sociodramas, se hacían fiestas con conjuntos musicales que conseguían, se cobraba la entrada, se vendía el trago.
En el barrio se elaboraban los famosos tamales y la lechona de doña Paz. La señora era tolimense. Los sábados tipo diez de la mañana ya había colas de carros para comprar los manjares, y a las dos o tres de la tarde, ya no había nada. Muy apetecidos. Un negocio artesanal productivo, daba trabajo para muchas personas, familias enteras dependían de esa actividad.
Jóvenes y viejos se metieron también en actividades educativas. Hicieron también un censo por cuenta del barrio. Se logró organizar con los equipos de sonido viejos, de esos de corneta, una especie de emisora comunal. Tenían un programa que salía al aire, como dos veces por semana, parodiando un poco los programas de Humberto Martínez Salcedo, “don Salustiano Tapias”, del programa de T.V. “Sábados Felices”. Este humorista tenía los programas de radio “El Corcho”, “El Pereque” y “
Hasta boxeadores, futbolistas muchísimos, mucho fútbol, todo lo más. Todo el barrio fue futbolista, y aún se juega. Se puede decir sin equivocación que El Rosario está en la zona deportiva de Bogotá. Sin embargo todavía la gente sigue jugando en la calle.
El Club El Rosario que se llamaba así, tenia unos billares, unas canchas de tejo y juego de rana. Duró un tiempo cerrado pero lo abrieron de nuevo hace un par de años. Es uno de los sitios como las tiendas, las cafeterías, las panaderías, que son los lugares de concentración donde la gente se reúne normalmente. Se encuentran casi las mismas personas a diario, con sus legendarios compradores y consumidores de cerveza o de aguardiente o brandy o de otros tragos y ya son personajes tradicionales, permanentes del barrio, sobretodo ya muy mayores, algunos de más de la tercera edad de
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http://www.educarchile.cl/Portal.Base/Web/VerContenido.aspx?GUID=123.456.789.000&ID=134972
RELIGIOSIDAD
Es Interesante la religiosidad de la gente.
El barrio es pequeñito pero casi logra tener iglesia. Pertenece a una parroquia que es la de San Martín de Porres que la construyeron en el año 60 y esa parroquia recoge como tres barrios, incluye el barrio el Rosario. Pero había gente tan religiosa, demasiado católica que querían hacer su propia iglesia. No querían depender de ningún otro barrio. Tenían que disponer de un lote, como si fuera la comunidad muy rica, pero no pudieron.
Había unas dos o tres familias protestantes y los miraban muy mal y ellos también por supuesto no interactuaban con nadie en el barrio, eran enemigos, unos y otros veían en los otros el demonio, pero no hubo conflictos mayores simplemente no se trataban.
Como en el año 68 desocuparon una casa. El dueño que no vivía ahí la arrendó. Y desafortunadamente para unos o afortunadamente para otros, llegaron a vivir allí unas señoritas muy alegres. Eso era el pecado en el barrio. Pobres señoritas. No duraron más de 20 días. Desaparecieron. Automáticamente lo viejitos muy religiosos, muy cristianos, muy católicos y las viejitas con mayor razón, para evitar que les siguiera pasando esas cosas en la otra esquina de donde estaba la casa de diversión, construyeron el monumento a la virgen, consiguieron el patrocinio de la comunidad, de la parroquia, del cura de turno, le montaron a las vecinas al frente la virgen.
La gente también participa en
En El Rosario hay dos o tres pasos y el grupo de amigos, vecinos, familiares, manejan su paso, se preparan durante buena parte del año para la semana santa, ya saben cuáles son sus uniformes, cómo van a decorar el paso, todo lo que tiene que ver con la preparación.
Incluso tiene una particularidad ventajosa estos eventos, puesto que mantienen todavía algún elemento de comunidad: la gente se motiva a hacer cosas que pueden emprender colectivamente, que los potencia.
Lo negativo es que la gente cree que a través de sus rogativas los problemas se le van a solucionar solo con ir a la misa o ir a los distintos actos litúrgicos. Creen que todo se les va a solucionar. Son demasiado creyentes.
El hecho de que todavía esté la comunidad viva, es un milagro.
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MOMENTOS DE VIDA DE BARRIO
Como en todos los barrios populares de Bogotá, antiguos, donde todavía se conserva cierta dinámica, aunque se ha ido perdiendo, se debe indicar que le saben perfectamente la vida al vecino, al que vive al lado, o al que vive en la otra cuadra, o al que vive a tres o cuatro cuadras. Se sabe absolutamente todo.
La forma de comunicarse es sacándole los cueros al sol al otro, con la picardía. Actitud que se mantiene todo el tiempo, que es comportamiento popular.
Todos los vecinos han vivido con esa pugna que los caracteriza de la chanza, del dicho, de la burla del otro.
En ese contexto, hay amores pero también hay odios que forman parte de las relaciones.
Hay una anécdota, una nieta de él, vivía en la calle haciendo mandados, era muy activa, y le preguntaban cómo se llamaba y ella respondía con una voz ronca: “ratona”. Le decían ¡no! su nombre de verdad, decía: Marta. Y, le volvían a preguntar entonces, cómo se llama y contestaba “ratona”.
Los apodos en el barrio son muy comunes y demasiado tradicionales. Es la picaresca de las familias viejas que han vivido mucho tiempo ahí.
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CONTEXTO
ENTORNO INMEDIATO
Del barrio El Rosario, se presenta a la comunidad originaria con unas características geográficas y ambientales específicas. Estaba rodeado por unos ríos y riachuelos. Uno que se llama El Salitre, o se llamaba por que ya quedó canalizado en la avenida o carrera 30 o Ciudad de Quito. Y, además, había otra corriente de agua que bajaba de la calle 63.
Y sigue narrando, “De niños me acuerdo que íbamos a coger, ranas, lagartijas y encontrábamos también culebras, y por eso le decían a nuestro barrio, “la culebrera”. Más o menos de los treinta a los cincuenta.
Pero ya hacia los cincuenta, sesenta se urbaniza mucho más.
Hay más construcciones, menos lotes, y a los sesenta se empieza a construir hacia la parte occidental donde estaba la maleza, el famoso “Parque de los novios”. Así el barrio coge otra dinámica.
Los ríos los canalizan y ese pedacito de urbanización queda aislada totalmente. Coge su dinámica propia.
Allí habitan alrededor de
Imagen:
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